"Las pequeñas espinas
son pequeñas"
Raquel Lanseros
Decía el gran poeta cordobés
Manuel Álvarez Ortega, recientemente fallecido, que «solo el lenguaje puede
reflejar el universo múltiple y contradictorio del existir», que «el poeta
tiende a identificarse en cada una de las múltiples metamorfosis, con todo lo
que vive o ha vivido paralelamente a sus existir». Lenguaje y vida, experiencia
trascendida en la palabra, inspiración y búsqueda, reflexión, emoción, sentir
profundo, paisaje y paisanaje, el “yo” y la otredad en un mismo ser, en una
especie de suerte de alquimia que ahonda en la concepción del mundo desde el
mundo interior del poeta, en este caso, de la poeta que es Raquel Lanseros.
Desde el primer poema contenido en «Las pequeñas espinas son pequeñas»,
hallamos el latir de la vida, la frescura del verso y el temblor de la palabra,
en sí mismo, una declaración de principios de Lanseros: «Porque no vive el alma
entre las cosas / sino en la acción audaz de descifrarlas, / yo amo la luz
hermana que alienta mis sentidos», para añadir seguidamente: «La verdad no está
en nadie, y aún más lejos / yace del rey que de cualquier mendigo», pero es la
palabra, ese don, alma y cielo del poeta, la que alumbra y alimenta los
silencios, y así su reclamo: «Poned en mi sepulcro las palabras», y concluir,
en esa búsqueda continua: «La verdad no está en nadie, pero acaso / las
palabras pudieran engendrarla», aludiendo a una única palabra: contigo («cuando
la eternidad se pronuncia contigo»). Llama la atención de este poemario la voz
personalísima, el estilo, el lenguaje, y asombra, la atinada mirada, el oficio
en la resolución de cada uno de los poemas, ese remate lúcido de las palabras
precisas, del éxtasis poético por decirlo de alguna manera.
Y algo tiene que
ver su discurso metafísico y místico a lo largo del poemario. Raquel Lanseros
es una voz joven pero al mismo tiempo reflexiva y madura, aprehendida de los
libros, de la más culta tradición poética española. De ahí que la temática sea
variada: el amor («De toda humana falta, yo me acuso. […] Que más preciada
empresa no concibo / que deshojar mi vida mereciéndote»), el paso del tiempo,
la Historia, el dolor («Duele el dolor, decías, pero si uno es valiente / las
pequeñas espinas son pequeñas») la muerte («Maldición o venganza, la
muerte nunca olvida / ni distingue
estamentos, procedencias o credos», la vida misma («La vida / es hermosa como
una novia al alba»), aludidos en la primera parte del poemario: Cuanto sé del rocío. Tres partes más
componen Las pequeñas espinas son
pequeñas: Cónclave de mariposas, Croquis de la utopía y El pasado es prólogo,
en todas aflora lo metafísico y lo místico, como denominador común. De Cónclave de mariposas destacaría el
poema “la mosca”, por la esencialidad poética de un acto cotidiano: «Esa mosca
soy yo / y mi mano es el tiempo», también
Villancico remoto, que tiembla
en la nostalgia del pasado, de la
infancia: «Dicen que el musgo duele y acaso eso sea cierto / pero en la infancia
el frío todavía no existe […] Bajo las noches largas del filo de diciembre / sigo buscando el
musgo que me devuelva a casa».
Con la segunda parte, Croquis de la utopía, viajamos hacia lugares y universos distintos,
en los cuales la poeta es testigo de su tiempo y su mirada como el cálido fuego
del hogar, sea en poemas como La rendición de Breda: «Siempre es así.
La sangre de los desposeídos / viene a saldar la deuda / de la eterna codicia
de unos pocos», o, en El precio del
ventajismo: «¿Están todos contentos? / Todos no, el corazón / envejece y se
atrofia / de tanto bombear hipocresía. / Quizá después de todo / exista algún
atisbo de justicia». De la cuarta y última parte de este poemario, El pasado es prólogo, interesa el
aspecto narrativo de algunos de sus poemas (El
ombligo de la luna), la emoción en otros (Faros abandonados, Diálogo
hindú, Cae o cayó), la realidad en La
aritmética, o, simple y llanamente la esencialidad poética que, de forma
magistral, Raquel Lanseros resume en el último de los poemas, Himno a la claridad.

*Para escuchar a Raquel Lanseros recitando un poema de
"Las pequeñas espinas son pequeñas" para La Galla Ciencia, pinchad el siguiente enlace.
José Antonio Santano (Baena, 1957) es Graduado Social por la Universidad de
Granada, Técnico Superior en Relaciones Industriales por la de Alcalá de
Henares y Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Almería. Es
autor de varios libros, como Canción Popular en la Villa de Baena (Ed.
Ayuntamiento Baena, 1986), Profecía de Otoño (Sevilla, 1994), Grafías de Pasión.
Prosa y poesía sobre la Semana Santa de Baena (1998), Exilio en Caridemo (Ed.
Inst. Estudios Almerienses, 1998), Íntima heredad (Ed. Endymion, Córdoba, 1998), La piedra escrita (Ed. Alhulia. Salobreña, 2000), Árbol de
bendición. Antología literaria al olivo (Ed. Instituto de Estudios Almerienses
y Ayuntamiento de Baena, 2001), Suerte de alquimia (Ed. Alhulia.
Salobreña, 2003), Las edades de arcilla (Ed. Alhulia, Salobreña, 2005), La cortaera (artículos periodísticos
2001-2004, Córdoba, 2007), El Oro
líquido (El aceite de oliva en la cultura) Antología literaria (Ed. La
Oficina del Autor. Diputación de Jaén),
Caleidoscopio (Prosa. Ed. Instituto de Estudios Almerienses, 2010) y Estación
Sur (Ed. Alhulia, 2012).
Ha recibido varios premios a lo largo de su
carrera, como Premio Internacional de Poesía “Barro” (Sevilla, 1993), Premio de
Poesía “Ciudad de El Ejido” (1995), Accésit Premio Internacional de Poesía
“Rosalía de Castro” (1998), Finalista Premio Nacional de la Crítica y Premio
Nacional de Poesía 2000, Finalista del Premio Andalucía de la Crítica (2003) y Premio
Andalucía de la Crítica “Ópera Prima” 2005 por “Trasmar” (Ed. Alhulia,
Salobreña, 2005).
También ha sido
galardonado con el XIV Premio Internazionale di
Poesia e Letteratura “Nuove Lettere” 2009, del Istituto Italiano di Cultura di
Napoli, por “Il vollo degla anni”
(Antología poetica personale), Colección Cuaderni della Valle, traducción de
Emilio Coco (Italia, 2007), así como con el X Premio Internacional de poesía “Luis Feria” 2008. Universidad de La
Laguna (Tenerife), por “Razón de Ser”.
Ha
dirigido y presentado (1999-2001) en Canal SI-Televisión, de Almería, los
programas culturales “Fin de Siglo” y “Millenium” en los que entrevistó, entre
otros, a José Hierro, José M. Caballero
Bonald, Leopoldo de Luis, Angel García López, Jose María Merino, Salvador
Compán, Andrés Neuman, Jesús Pardo, Luis Mateo Díez, Antonio Soler,etc.
Alterna la poesía con colaboraciones en
revistas, prensa (fundador y director del Periódico Independiente “La Razón”,
de Baena) y televisión. Es miembro del Departamento de Arte y Literatura
del Instituto de Estudios Almerienses. Pertenece (vocal Junta Directiva) a la Asociación de Escritores y
Críticos Literarios de Andalucía “Críticos del Sur” (AAECL) –miembro del jurado
de los premios Andalucía de la Crítica, de narrativa- y a la Asociación
Colegial de Escritores de España (ACE) – ( Tesorero de ACE, Sección Autónoma de
Andalucía). Es miembro fundador de la corriente HUMANISMO SOLIDARIO (www.humanismosolidario.com), junto a los escritores
Francisco Morales Lomas, Alberto Torés, José Sarria, Manuel Gahete y Paco
Huelva, y la profesora e investigadora de la Universidad de Granada, Remedios
Sánchez.
Ha dirigido la Revista Literaria de carácter
mensual “Cuadernos de Caridemo”, de Almería, y
coordinado el Premio Andalucía de Poesía “Ayuntamiento de Fondón” (Almería). Ha dirigido la colección Palabras
Mayores, de poesía, de la Editorial Alhulia (Granada). Ha
coordinado el espacio radiofónico “El rincón de la lectura”, del programa “Protagonistas Almería”, de la
emisora Punto Radio Almería, y ha dirigido y presentado el programa cultural y
radiofónico “Caleidoscopio”, de ACL Radio, de Almería.
Ha sido colaborador, desde su
nacimiento (2008) hasta noviembre (2012) del Diario de Almería, con su columna
semanal “Imaginario”, y renueva dicha
colaboración en abril del 2013, con “Salón de Lectura” –reseñas literarias
quincenales- y la columna, también quincenal,
“Estación Sur”. Colabora mensualmente con el periódico “Cancionero”, de
su pueblo natal, Baena (Córdoba).
Su poesía ha sido traducida al
italiano por Emilio Coco: Quella strana quiete y Il vollo degli anni (Antología
poetica personale), así como algunos textos al inglés y francés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario